El emperador Sha yahan mandó construir el Taj en memoria de su segunda esposa, que murió al dar a luz a su decimocuarto hijo.
Nos despertamos a las 5 de la mañana para observar desde la azotea la silueta que con el paso de los minutos y los primeros rayos del sol dejaba observar este imponente monumento.
No tengo palabras para definir semejante belleza.
Una linda y única historia de amor, que demuestra que el verdadero amor va más allá de el tiempo y la distancia.
Por la tarde alquilar una bicicleta no era mala idea.
Bordear Agra por la carretera e introducirse en el puente que la separa del río creo que fue la mayor locura realizada.
A parte de ser observada por todo habitante, sorprendidos de ver a un extranjero con el mismo medio de transporte que ellos, la bicicleta era un desastre.
El recorrido mereció la pena, viviendas reformadas y slums conviviendo juntos.
Familias, niños y mercenarios curiosos ante el espectáculo saludaban.
Sitio poco frecuentado por el turismo, la otra parte de Agra.
Finalmente al llegar, el sunrise de la parte trasera del Taj Mahal nos esperaba...
Recordar a Brad pitt y a Sammy, dos australianos de lo más cool y simpáticos.
Sammy y yo seguimos manteniendo el contacto pese a que su viaje ya finalizó.
Tiene una vibra increíble, y conectamos desde el primer día además de compartir intereses comunes.
My sweety friend!I told you could not miss in the memory of my trip!!
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